La contaminación del aire un “asesino silencioso” en Canadá
Respirar profundamente el aire canadiense puede ser más peligroso de lo que uno piensa. Puede agravar otras condiciones de salud.
La Asociación Médica Canadiense dice que el país está fallando respecto a los objetivos internacionales de la contaminación del aire.
Y advierte que se está poniendo en riesgo la salud de los canadienses.
No es nuevo. La Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la contaminación atmosférica como agente carcinógeno tras haber corroborado que existe evidencia científica suficiente de que aumenta el riesgo de algunos tumores como el de pulmón o de la vejiga.
Ya en 2010 se produjeron 223.000 muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo provocadas por la contaminación del aire, lo que hace que haya pasado a formar parte de uno de los factores de riesgo de cáncer que elabora este organismo.
Esta contaminación está causada en la mayoría de casos por el transporte y las emisiones industriales o agrícolas, y se sabe que aumenta el riesgo de una amplia gama de enfermedades, sobre todo respiratorias y cardíacas.
“No creo que nosotros como canadienses nos demos cuenta de la importancia de la contaminación del aire en nuestra salud y creo que es hora de comenzar a hacerlo seriamente.”
La doctora Moneeza Walji es la autora del editorial del Canadian Medical Association Journal, CMAJ.
Ella advierte que unos 20 mil canadienses mueren prematuramente anualmente debido a complicaciones por la contaminación del aire libre.
Y los médicos lo están observando de primera mano.
Vemos que aumentan los ingresos al hospital por enfermedades respiratorias como el asma. Y a veces, entre la población adulta vemos aumentos en enfermedades cardíacas como ataques al corazón durante los meses en que la contaminación se encuentra en su pico.
Moneeza y el CMAJ piden a Canadá que tome en cuenta las normas de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
La Asociación Médica Canadiense dice que el país está fallando respecto a los objetivos internacionales de la contaminación del aire.
Y advierte que se está poniendo en riesgo la salud de los canadienses.
Normas canadienses
La norma canadiense para el ozono a nivel del suelo es de 65 partes por mil millones, 15 ppb por encima de la directriz de la OMS recientemente establecida. La norma Canadiense para la concentración máxima de 24 horas es de 28 microgramos por metro cúbico (mg / m3), cuatro microgramos superiores a la directriz de la OMS.
Las normas canadienses fueron aprobadas por los ministros provinciales del medio ambiente del país en 2000.
Salud Canadá ha participado en las fases de redacción de la resolución de la contaminación del aire de la OMS.
“Al final, la delegación canadiense dio a conocer el deseo de Canadá de copatrocinar la resolución de la contaminación del aire”, indicó un portavoz de Salud Canadá a CBC News.
A nivel nacional, las provincias establecen metas juntas pero se quedan cortas.
El asesino silencioso
La contaminación del aire es un “asesino silencioso” y es único, ya que afecta a toda la población, según el Dr. Michael Brauer, profesor de la escuela de población y salud pública de la Universidad de Columbia Británica. Brauer fue co-autor de un editorial de 2008 en la que CMAJ atribuye más de 20.000 muertes al año en Canadá con la contaminación del aire.
Las pequeñas partículas pueden viajar profundamente en los pulmones, dicen los expertos médicos, y la respuesta del cuerpo para combatir las partículas continuará, a pesar de que no es una partícula viva que puede ser combatida. Puede producir una inflamación en el torrente sanguíneo, causando complicaciones de salud.
El problema es variable a través de Canadá, y puede cambiar de año en año, dice la doctora Moneeza Walji.
“Hay una gran variación geográfica en lo que respecta a la mejora de la contaminación del aire”, dijo Walji. “Hay algunas áreas que han visto grandes avances, y otros lugares que todavía están luchando por los altos niveles de contaminación”
Esto se debe a las fuentes de contaminación del aire que son factores tan diversos como el transporte de diesel, petróleo y la actividad de la industria del gas, los incendios forestales, el humo de las estufas de leña y la contaminación del aire en las provincias vecinas y estados.
Ontario y Quebec, por ejemplo, tienen bajas notas en mediciones del ozono debido a su propia actividad industrial, pero la contaminación que llega del noreste de EEUU contribuye al problema.
La próxima vez que respiremos vamos a inhalar unos 26 millones de estas partículas.
Greg Evans, ingeniero químico de la Universidad de Toronto ve lo que la mayoría de nosotros no puede.
Él lleva a cabo pruebas de calidad del aire con un laboratorio móvil por todo el sur de la provincia de Ontario
Su trabajo muestra los niveles de contaminación altos y bajos incluso en una manzana de la ciudad.
Evans dice que reducir las emisiones en general sigue significando hacer elecciones cuidadosas para proteger la salud de las personas.
Otra forma de hacerlo es localizando a las personas vulnerables. Por ejemplo los niños, entonces podemos repensar donde ponemos nuestras escuelas y nuestras guarderías.
Incluso con estos pasos el CMAJ advierte que los niveles de contaminación necesitan descender para beneficio de todos.
Una mejor planificación
Las directrices nacionales son importantes, pero el problema se puede combatir a nivel local con una mejor planificación de los municipios, de acuerdo con el Profesor Greg Evans, que ha estudiado las fuentes de contaminación del aire.
Casas y escuelas a favor del viento o cerca de corredores viales ven a menudo mediciones adversas de contaminación del aire, al igual que los centros de la ciudad, donde las partículas se quedan atrapadas.
Los expertos médicos creen que reducir significativamente la contaminación del aire puede disminuir la frecuencia de ataques al corazón, las enfermedades pulmonares crónicas y el enfisema así como la tasa de mortalidad en Canadá.
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